Safe Space y Play Time: comunidad, cuerpo y conciencia en movimiento
En un mundo donde la hiperconectividad es la norma y el cansancio digital una constante, Safe Space, una iniciativa de Proyectos Públicos, emerge como un refugio. Esta es nuestra experiencia gratuita de meditación guiada, abierta los 365 días del año, diseñada por una comunidad que valora la pausa, la conexión interior y la expresión emocional como herramientas transformadoras.
La propuesta es sencilla pero poderosa: cada día, a través de la respiración y el sonido de nuestra voz, se cultiva un estado de relajación profunda y autoconocimiento. La práctica japonesa ancestral del Kototama —una forma meditativa centrada en los sonidos primarios de las vocales— permite que la vibración de cada célula en el cuerpo se armonice, desbloqueando tensiones y restaurando nuestra energía interna. Es, en esencia, una manera de regresar a uno mismo, en quietud y seguridad.
Uno de nuestros objetivos este año ha sido abrir espacios de convivencia más allá de la práctica meditativa. Así nació Play Time, un taller creado por la bailarina y maestra de yoga Pascale Ussel, que toma el movimiento y el juego como formas de comunicación, inclusión y comunidad, y el primero de una serie que dará forma al programa de actividades.
Play Time: el primer taller para la comunidad de Safe Space
La idea de Play Time nació durante la pandemia como una respuesta a la inquietud sobre nuestra relación con el cuerpo y el movimiento. “Hay que recordar que tenemos la capacidad de tener un cuerpo disponible, intuitivo y hábil cuando lo permitimos. Jugar nos abre a esas nuevas posibilidades, nos sorprende y nos permite encontrarnos en un diálogo fluido en momentos de desafío y de completa armonía. Play Time para mí es un punto de encuentro en donde sabemos que podemos confiar, retar, disfrutar y en conjunto desarrollar soluciones.” Comparte, Pascale.
El resultado fue una experiencia accesible para todas las edades, cuerpos, capacidades y lenguajes. “La experiencia fue profundamente significativa. Más allá de la meditación, el valor de crear comunidad entre personas con intereses compartidos en el desarrollo personal, físico y espiritual fue algo muy especial. Se rompieron barreras, hubo risas, contacto humano y una energía muy luminosa guiando el encuentro. Fue un espacio para conectar desde lo genuino y lo humano.” — Testimonio de participante.

En este primer taller, se pusieron en práctica los tres principios fundamentales de Safe Space: desconexión, reconexión y expresión. Usar el cuerpo como lenguaje, como puente con uno mismo y con los demás, generó un espacio de apertura y cercanía que se tradujo en una comunidad más unida, comprometida y más viva.
“Algo se activó. La gente salió con ganas de regresar, de meditar más, de formar parte. Y eso, sin perder lo más importante: que sigue siendo gratuito. Un regalo de la gente para la gente.”
— Agusta Odova, co-host de Safe Space.



En un presente donde el bienestar suele venderse como un producto más, propuestas como Safe Space y Play Time recuperan lo esencial: el encuentro humano, el poder del cuerpo, y la capacidad de transformar nuestras vidas desde lo más simple. Respirar. Movernos. Escucharnos.